Los esfuerzos de investigación se enfocan a la región del altiplano mexicano conocida como “El Tokio”, donde se distribuyen los pastizales gipsófilos y salinos en el noreste de México y la cual es reconocida como una región prioritaria para la conservación de especies de aves residentes endémicas y migratorias. El área se caracteriza por valles intermontanos en los cuales se presentan suelos con altos contenidos de yeso y carbonatos de calcio, así como pastizales de porte bajo que no rebasan los 15 cm de altura en promedio. En estos valles habita el perrito llanero mexicano (Cynomys mexicanus), especie clave en el ecosistema. La vegetación circundante a estos valles está caracterizada por matorrales de gobernadora (creosote bush) con elementos sobresalientes de Yucca. El área es fuertemente impactada por actividades agrícolas y ganaderas, las cuales se llevan a cabo desordenadamente y sin medidas de mitigación.